Estos visados facilitan la reunión de un hijo que vive en el extranjero con sus padres en Australia (incluidos tanto un hijo biológico como un hijo adoptado). El menor debe estar a cargo de uno de sus progenitores que sea ciudadano australiano, residente permanente australiano o ciudadano neozelandés con derecho a ello.
El visado para menores (subclase 802) exige que el solicitante se encuentre en Australia en el momento de presentar la solicitud y cuando se tome una decisión. En cambio, el visado para menores (subclase 101) exige que el solicitante se encuentre fuera de Australia durante estos procesos.
Las solicitudes deben presentarse en formato impreso, con todos los documentos pertinentes y los formularios de solicitud enviados por correo al centro de tramitación correspondiente. En ocasiones, esto puede provocar retrasos, especialmente cuando las solicitudes están incompletas, incluyen errores o no contienen toda la información pertinente.
Un Agente de Migración Australiano puede ayudar a los solicitantes con este proceso, proporcionando orientación y apoyo durante lo que puede ser un proceso abrumador para las familias.